Acrylogic: el heredero espiritual y multicolor del sudoku

Yo viví casi en directo la irrupción del sudoku en España, recién estrenado el milenio. Recuerdo las tardes de verano tratando de encontrarle las costuras a aquel curioso crucigrama de números que, según vendían entonces, ya la venía rompiendo en Japón, de donde se supone que procede. Y sí, hoy no sé a ciencia cierta cuál es la consideración de alguien que es visto en público resolviendo a alguno pero, a título personal y sin saber si esto es una confesión de culpabilidad, a mi me solventa aún algún rato tonto de esos que nos regala Cercanías tan a menudo.

El caso es que ha pasado bastante tiempo ya. Desde entonces, y dada su meteórica irrupción en España, salieron todo tipo de variantes en cuanto a reglas, tamaños y dificultades que aún hoy perduran. Vieron la luz aplicaciones y webs específicas para afrontar retos diarios y la mayor parte de periódicos -en papel- le acabaron concediendo espacio en sus páginas de pasatiempos. Porque eso es el sudoku y es ahí donde ubicamos el tema de hoy: los pasatiempos.

Acrylogic no es un sudoku pero ciertamente tiene reminiscencias al plantear una vuelta de tuerca que le confiere un carácter único. Por un lado, ya no hablamos de cuadrículas de 9×9, sino de 3×3 o de 4×4 (al menos a día de hoy, aunque hay alguno excepcional de 5×5). En ellas jugamos, además de con números, con colores. Y es que a modo de separación entre casillas hay unas barras que pueden indicar una cosa o la otra. Y lo que hay que hacer aquí es ubicar a ambos lados elementos cuya suma coincida con esa pista que se nos da. La regla de oro es la siguiente: nunca habrá dos cuadrados con el mismo número y color.

Es más fácil de lo que parece entenderlo. Si esa barra indica un 6, a ambos lados irán los números que, sumados, nos den ese resultado, teniendo en cuenta que el número mayor será, como mucho, igual al de la longitud de ese lado. Es decir, si es un modelo de 4×4, los números que irán en la cuadrícula serán el 1,2, 3 y 4, por lo que para alcanzar ese seis las opciones serán las parejas 4-2 o 3-3. Y en colores, igual: si la barra es naranja, estará pegada a casillas que serán roja y amarilla. No, tranquilos, no habrá que tener en mente una carta cromática: Acrylogic incluye una chuleta con los colores que maneja y las posibles combinaciones.

Conocí Acrylogic gracias a la revista PhiliMag, con la que la tienda francesa PhiliBert obsequia a los compradores en cada pedido. No deja de ser publicidad pero es ahí donde la editora de la revista, que está también detrás del juego, colocó una demo. Era la antesala de la campaña de kickstarter que ha llegado a los hogares recientemente y en la que, por un precio de 0 euros, únicamente con 2 euros de envío a cualquier lugar del mundo, ponía en casa dos cuadernillos con 54 retos.

Ha sido una campaña breve, concisa y amable. Sin ningún tipo de alardes y que ha atraído a más de 2.500 patrocinadores. Dudo que, a pesar de todo, esto alcance el éxito y la popularidad del sudoku pero al menos como curiosidad y para pasar el rato, vale. Además, parece que en el futuro habrá espacio para apps y esas cosas, así que veremos. El caso es que si leen esto y les pica la curiosidad, no hace falta ni que pasen por caja: la propia editora tiene colgado en su web todo este material. Lo pueden descargar desde este enlace.

El rompecabezas en sí mismo depende del número de pistas iniciales y de la destreza que vayamos acumulando a medida que subimos el nivel. Personalmente aún me queda un poco de comprensión de la mecánica para solucionar alguno (aquí abajo ven un intento infructuoso) pero seguro que tiene mucho que ver con la gestión de esa doble variable -color y número- que exprime los aspectos lógicos del invento.

Las reglas son simples. Y eso explica igualmente que estas revistas vayan más allá de su francés natal y ofrezcan más de 20 traducciones: está en español -y gallego-, por supuesto, pero también en lenguas menos usuales, como el latín o el esperanto, por ejemplo. A estos últimos les dedicamos la última frase: Ludu multe kaj estu feliĉa.

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