De vergüenza ajena

Es solo una pequeña reflexión. Mía.

Este jueves, el Real Madrid recibe en el Bernabéu al Atlético de Madrid. Es el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey. En el de ida, los colchoneros ganaron por dos goles a cero, lo que obliga a los blancos a una remontada de esas que en este tipo de días se venden como históricas o legendarias. No es el tema, pero en este punto ya discrepo: cuando te ves obligado a remontar es cuando has perdido o has hecho las cosas mal: mejor hacerlas bien y no tener que apelar a la épica, a la leyenda, a la testiculina o… al más allá.

De las cosas que me quedaban por ver en el periodismo deportivo pretendidamente serio era dar espacio en la portada de un periódico a una sesión de ouija para predecir el resultado del partido. Bien, vale, admito que en esto de la información deportiva hace tiempo que muchos perdieron el norte. Las televisiones han concedido a este ámbito un tinte de espectáculo que minimiza lo que siempre hemos identificado con la información rosa, o de cotilleos, o de verbena, o de dimes y diretes. Asistimos diariamente a programas infames que se nutren de rumores, de imágenes tramposas, de juegos de palabras, de equilibrismos desde la sala de edición para crear o sesgar temas y demás trucos de folletín. Las miradas de no se quién, los gestos de nosecuantos… todo entre gritos, partidismos, forofismos y todo tipo de -ismos que provocan no solo repugnancia sino el rechazo de los que buscan(mos) información, sin más.

Los grandes digitales deportivos -y por extensión, sus versiones en papel, o viceversa- también llevan mucho tiempo subiéndose al carro. Ayer leíamos un titular sobre el Real Sociedad-Villarreal que marca el nivel que, más o menos, podemos encontrar cualquier día, a cualquier hora: ‘Una niña comparte sus gusanitos con Moyes [entrenador donostiarra ] expulsado en la grada‘.

as01Este jueves, sin embargo, tocamos fondo. O techo, quién sabe. El diario As presenta una portada, cómo no, dedicada al derbi copero. Y lo que llama la atención, sin embargo, no es la foto del entrenamiento del Madrid o las declaraciones del entrenador del Atlético, sino un tejadillo que reza (nunca mejor dicho): «Invocando el Espíritu de Juanito«. Juanito, por si no lo saben, es de esas figuras ancladas a la leyenda del mejor club de la historia. Un mito del equipo blanco forjado a base de garra y carácter, que participó en una época en la que lo del preciosismo en el juego que tanto se busca ahora era algo accesorio, que la furia obligaba. Un elemento que tuvo que ver bastante con esas aludidas remontadas que permitieron al club hacerse con varios títulos. Su prematura muerte en un accidente de tráfico, precisamente al regresar a Mérida, donde entrenaba, tras ver en el Bernabéu un partido, le catapultó a la categoría de mito. De hecho, en el estadio se le recuerda con cánticos al llegar al minuto 7 de cada encuentro.

Lo que el delantero no podría esperar era que ayer se le molestara en su eterno descanso para protagonizar la ‘información’ que publica As en su tejadillo. «Ayer, en El Rincón de Toñín, se vivió algo único: Tomás Roncero y Toñín lideraron una sesión de espiritismo para contactar con Juanito y saber si el Madrid remontaría…», según su versión web, en la que ocupa un destacado espacio. «¿Estás ahí? Sí. ¿Eres Juanito? Sí. ¿Remontaremos? Sí. ¿Te atreves a dar un resultado? Tres a cero».

Para qué más.

Los que animamos al Real Madrid podemos estar tranquilos, eso sí, pero todo esto es de vergüenza ajena: un insulto a la inteligencia.

Esto sí es buen recuerdo de Juanito:

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