Viajar en el tiempo. ¿Se imaginan poder volver a ese momento en el que hicimos las cosas mal y cambiarlo, con el bagaje de la experiencia de nuestra parte? Quién no daría lo que fuera por tener una segunda oportunidad en algo, por revivir un momento especial o por evitar un hecho negativo… ¿Imaginan tener esa posibilidad? ‘Una cuestión de tiempo‘ hace real esa virtud para los hombres de una familia que, a medida que van descubriendo y dominando la capacidad, ofrecen toda una variedad de aplicaciones prácticas del asunto.

Para el protagonista de la cinta, un chico tímido, algo apocado y bastante inseguro, la tentación no es el dinero ni lo material sino conseguir una novia. El descubrimiento del secreto familiar llega justo en el momento adecuado, con un verano por delante en el que, precisamente, su hermana acoge bajo el mismo techo a una amiga más que sugerente. Semanas después y por muchas intentonas y saltos temporales que hace, Tim asumirá con amargura la primera frustración aparejada a su habilidad: el amor y los sentimientos no pueden forzarse. Esto es ciencia-ficción, no magia.
Es una primera lección de las muchas que le aguardan y que nosotros, como espectadores, contemplaremos sin que realmente el tema espacio-temporal adquiera un protagonismo inusitado. Más bien al revés: la película invita a hacer un ejercicio de empatía tan sutil que, por mucho que seamos personas normales y corrientes, sentiremos en paralelo al protagonista. Y lo que uno esperaba que fuera una sucesión de cortes más o menos cómicos o previsibles se torna en una historia como la de usted, la mía o la de cualquiera, con sus alegrías, sus felicidades y sus sinsabores, sus victorias y sus derrotas. El poder regresar al pasado es una ventaja, obviamente, pero tras los títulos de crédito no le va a quedar la sensación de haber presenciado una historia extraordinaria sino la de haber sido testigo de una vida, la de Tim, que no difiere en mucho de lo que todos buscamos. Aquí sí podemos decir que la cosa es más magia que ciencia-ficción.
¿Y qué busca Tim en su vida? ¿Qué puede buscar un chico que puede viajar en el tiempo? ¿Qué buscaría usted? Dé por hecho -previsible spoiler, lo siento- que lo de la novia llega, con lo cual queda buena parte del metraje para normalizar su poder e incluso para presenciar cómo, por increíble que nos parezca, llega a ‘olvidarlo’ para disfrutar plenamente de su (feliz) día a día y del amor de su chica y de su familia. Sí, es esa sensación de no necesitar nada más. Solo la necesidad le obligará a viajar de nuevo y a tomar decisiones que, por difíciles que se planteen, resuelve de una manera natural, como creemos que cualquiera haríamos en su lugar. De ahí la empatía, identificarse con el protagonista y llorar y reír con él durante toda la película. De ahí que el mensaje que transmite la producción nos llegue tan claro: nada como disfrutar el día a día, con sus pequeñas cosas, sus detalles y nada como equivocarse y hacer útiles los errores para tener una existencia plena. Viajar en el tiempo para aprender que no hace falta viajar en el tiempo sino, simplemente, querer vivir el presente, la vida.