‘Vuelos separados’, el turbulento viaje de cualquier matrimonio

‘Vuelos separados’, de Andre Dubus (Luisiana, 1936 – Massachusetts, 1999) es uno de los últimos libros editado en España del escritor estadounidense. Se trata de un ejemplo de su maestría en el relato corto y de todos los temas que convertía en recurrentes posteriormente, principalmente los problemas y desencantos de los matrimonios. Un alegato de pesimismo y también de realidad que deja un poso amargo.

Este libro, editado por Gallo Nero en una preciosa edición con un formato algo más horizontal de lo que solemos ver, incluye siete relatos, entre ellos el que le da nombre a la obra y que, por ubicarse al final de la misma, es un resumen perfecto de todo lo anterior. Habla la contraportada de la incesante búsqueda interior de sus protagonistas, pero lo cierto es que todo lo que uno pueda esperar de almas con tintes tan tristes y resignados se encuentra en estas páginas. Páginas en las que, como dos desconocidos que se encontraran dentro de un avión y comparten indiferentes el viaje, se muestran los pasajeros de vida que son los matrimonios que describe, en un viaje que dura la vida misma.

Es otra vida, en este caso la del propio Dubus, la que con sus vicisitudes parece explicar el sombrío tono de la recopilación. El escritor atravesó momentos de honda pena o, al menos, de situaciones contrahechas que a todos seguramente nos dejarían con la cabeza del revés. Episodios de dureza extrema como la violación de su hija, un accidente por el que le acabaron amputaron las dos piernas o (esto ya parece minucia al lado de lo anterior) el abandono de una de sus esposas. Es por todo ello que uno se explica esa desazón que transmite a la casi totalidad de personajes y más aún en aquellos que conocemos en uniones que responden a un concepto de matrimonio más bien anquilosado, machista y que refleja seguramente el costumbrismo del tiempo y lugar que le tocó vivir.

Es por ello que asistimos a vidas teatralizadas, situaciones de pura convivencia en la que el adulterio parece no tanto un camino de aventura y disfrute sino una vía de escape de existencias emparedadas entre la prisión de relaciones que viven por y para las apariencias.

Me llamó la atención eso, el cómo Dubus ahonda y busca una permanente huida hacia delante que siempre conduce al mismo punto: desazón, resignación y una existencia vacía, rutinaria y gris ante la que cabe poco o nada de alivio. Son emociones puras, pero en casi ningún caso positivas ni optimistas. Es un libro muy bien escrito y con una narración y unas tramas bastante sólidas pero con un tono poco apto para almas que estén al borde de la depresión… o del altar.

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