¿Es extrapolable aquello del ‘odio al fútbol moderno’ a otros deportes? El marketing, el negocio y el espectáculo pareciera que se han comido al espíritu deportivo y, en el camino, los grandes damnificados han sido los aficionados, las tradiciones y el propio desarrollo del juego. Sin embargo, esta tendencia está cada vez más presente en el panorama deportivo global e incluso toca prácticas mucho más ancladas en el pasado que el balompié. Pongamos por caso el béisbol, uno de esos juegos en los que el peso de la historia, las estadísticas y la leyenda están más presentes.
Está claro que el béisbol es un deporte muy polarizante que, o te atrapa sin remedio, o te genera un sopor que ríete tú de las etapas del Tour. El caso es que, por ir entrando en materia, los directivos que están detrás de la organización del campeonato más importante saben que, o le dan un giro a la dinámica, o estarán abocados a la indiferencia del gran público. Estamos en el año 2045 y parece que, al fin, la tecnología ha proporcionado la solución: ¿qué tal hacer plantillas de jugadores mixtos con humanos, cyborgs y robots, todos juntos?

Ese escenario futurista y disruptivo es el que propone Baseball Highlights: 2045, diseñado por el estadounidense Mike Fitzgerald. Se trata de un juego de cartas, esencialmente, que invita a hasta cuatro jugadores a batirse el cobre en el diamante a base de jugar naipes con jugadores de carne y hueso, de carne y metal, y de metal, directamente, cada uno con sus características y sus pros y contras; vamos, el sueño de los que gustan en hacer diagramas DAFO.
Antes he mencionado que es un juego de cartas, principalmente. Luego volvemos a ello pero es importante aclarar que la caja incluye, además de varios mazos, también varios tableros que representan el campo de juego, uno por posible participante. En estos se dibujan no solo las bases a alcanzar por los bateadores sino dos marcadores, uno para señalar las carreras que se vayan haciendo y otro para indicar el número de partidos ganados.
Y es que la primera cosa a tener en cuenta en Baseball Highlights: 2045 es que estamos ante un juego que simula una serie de partidos sueltos en los que el que antes consiga ganar cuatro se lleva la victoria. Hay una cierta evolución de los equipos a lo largo de la partida porque, entre cada mini partido, se puede acceder a un mercado para comprar nuevos jugadores que mejoren la plantilla de nuestro equipo. Con esto, podemos sustituir a nuestros activos más inexpertos por lo más granado de la liga.
Pero más allá de la estructura casi tenística del desarrollo de las partidas, la forma de resolver cada confrontación es similar, que se resume en un ‘cara de perro’ de uno contra uno. Aunque nuestro equipo tenga siempre 15 jugadores, para cada duelo solo podremos usar seis como base. Hay opciones para jugar más pero sería enfangar en exceso esto ahora. El caso es que a partir de que tengamos nuestra mano de naipes, la cosa es sencilla: alternándose entre jugadores, cada uno va sacando una carta, el otro respondiendo y contraatacando, y así hasta que ambos han jugado todo lo que tenían.

Cada carta de jugador tiene una información que tendrá su incidencia sobre el campo. Dejando de lado el nombre, el equipo del que procede y la ilustración, para jugar es relevante la ‘raza’ que tenga (humano, cyborg o robot), una pequeña caja en la que puede haber un texto con alguna acción especial en defensa o en ataque; otra zona en la que hay (o no) una serie de recuadros con el tipo de bateo con el que amenaza; y, por último, en la banda inferior, un código de color y, adicionalmente, un icono que indica cuándo puede ser sustituido por alguien del banquillo.
Cuando un jugador baja una carta, lo primero que hay que hacer es atender a la posible acción inmediata que aparezca, que puede ser ofensiva o defensiva. Como no todas las cartas la tienen y las que sí, en gran medida solo se pueden aprovechar en circunstancias concretas, tener la sangre fría de anticipar el mejor momento para ponerlas en juego es una de las grandes decisiones que esconde Baseball Highlights: 2045. En general, será más fácil tener un abanico de opciones más amplio a medida que mejoramos nuestro equipo pero, aún así, hay que estar atento a las oportunidades que se dan sobre el campo porque hasta los cromos más básicos nos pueden dar mucho si aprovechan su momento.
Durante el juego, la incidencia de las acciones inmediatas es muy variada pero siempre de una manera muy directa, sobre todo si van encaminadas a reducir o eliminar el daño con el que te amenaza el contrario. Porque una vez solucionada esta primera fase del turno, es el contrario el que mueve sus corredores de acuerdo a las cajas de texto que marcan los golpes logrados. Y es ahí donde se anotan las carreras que, como en el béisbol real, marcan el quién se lleva el partido.

El toma y daca finaliza cuando el jugador que ha colocado la carta ya ha visto lo que ha movido (y anotado el contrario) y sitúa sus amenazas. El turno pasa entonces al otro, que repite la secuencia: acción inmediata, movimiento del rival, colocación de amenazas… y vuelta a empezar. Y así hasta que ambos han jugado seis cartas, de no mediar jugadas especiales o sin recurrir a un desempate si se da el caso.
Se trata de un tira y afloja muy simple, que se resuelve en minutos pero que, sorprendentemente, resulta absorbente. Puede ser algo más árido al comienzo, cuando el roaster inicial apenas te da margen para pensar mucho las cosas, más allá de elegir el momento adecuado en el que bajar los jugadores más poderosos. Pero ese punto del mercado de agentes libres, al que se llega tras cada mini juego, le otorga a BH un componente de construcción de equipo que es muy interesante. Porque todo va a mejorar tus posibilidades pero tú decides cómo y en qué: ¿me conviene alguien que defiende, alguien que amenace con un home run, tener más golpes simples aunque sea un corredor lento…?

En el juego original viene un nutrido mazo de jugadores para este mercado que amplían las opciones tácticas, aunque por empezar a ir comentando otras cosas, lo cierto es que en la caja lo que más abunda es el aire. Y es que un vistazo no del todo experto ya denota que es un producto pensado para añadirle expansiones hasta el día del juicio final. Actualmente o está descatalogado o es complicado de conseguir por otra vía que no sea la de la segunda mano -creo- pero, como sí existe la posibilidad, va un aviso: eviten el pago de cantidades desorbitadas bajo el pretexto trampa de las expansiones, porque tenerlas siempre es un aval pero tal vez no sean tan imprescindibles en este caso.
Mi copia llegó vía Wallapop por unos 40 euros y viene de una edición que incluía siete ampliaciones, pequeños mazos de cartas que meten nuevos jugadores e incluso, en mi caso, una extensión de entrenadores. No creo que sea imprescindible nada pero al menos justifica el tope de precio. Más allá, lo considero una locura, y más como está planteado el juego, que al fin y al cabo presenta partidos casuales cuyo desarrollo puede durar, como mucho, 20 minutos.
Hay una opción, que es la de jugar con hasta cuatro jugadores, que implica hacer un pequeño torneo y ahí sí que puede tener aún más importancia la rotación de jugadores a fichar, pero para partidos sueltos, e incluso para jugar en solitario, con lo básico ya te haces una idea más que aproximada de lo que va la cosa.

En solitario, ya que estamos, el juego no difiere apenas del multijugador. Tal como lo expresan las reglas, lo único a tener en cuenta es que el jugador humano siempre juega como visitante, lo que te permite ir primero y tener acceso a una posible jugada salvadora al final, pero sin más. La inteligencia artificial aquí es muy simple: consiste en levantar una carta del mazo de equipo con 15 agentes libres al azar que le hacemos y aplicar sus cosas. Es decir: no hay árbol de decisiones, ni algoritmos ni gaitas.
Al término de cada minijuego nosotros podremos fichar, con lo que a medida que avanza la serie se van equilibrando las tornas. Es verdad que para mitigar un poco la dificultad se puede rebajar el desafío fichando también alguna vez antes de empezar el duelo pero el desarrollo posterior siempre es similar, sin mucha más narrativa que la que nos ofrecen esos minutos.
Mucho más interesante es el modo temporada que ha publicado un usuario de la BGG. Es cierto que, si el modo solitario oficial te deja un poco a medias, aquí se puede pecar de lo contrario, porque hay que jugar hasta ¡27 minipartidos! Lo bueno es que, como en una competición real, se va generando una clasificación hasta que, al final del calendario, los dos primeros juegan entre ellos un playoff por el título. Y el ganador, como premio, accede a las ‘Series Mundiales’ en las que se enfrenta a un equipo de ensueño por el premio de mejor equipo de la galaxia. No es moco de pavo: tener esa audiencia es el sueño de los promotores deportivos.