¿Ya es miércoles? Perdonen que no sepa en qué día vivo. La culpa de esta resaca es de las Ludo Ergo Sum 2016 (LES). Que han sido meses esperando para la gran fiesta, hasta llegar a estos días que celebras casi con más entusiasmo que tu cumpleaños, que las vacaciones, que el día en el que recibes la nómina… porque aún siendo lo de siempre, es especial.













La gran novedad en esta novena edición que se celebró el pasado fin de semana fue el cambio de ubicación. Se trata de una variación que buscaba mayor comodidad en la amplitud de un recinto mayor y mejor preparado, pero que sobre el papel era muy similar al de las temporadas precedentes. La disposición de las zonas dentro del pabellón era igual y sólo en los detalles se notaron las diferencias.
Se echaba de menos el parque inmenso que el M4 tenía sólo al cruzar la calle; también la carpa que tanto éxito tuvo el año pasado. Pero es innegable que pese a que se batió el récord de asistencia una vez más, en ningún momento existió sensación de agobio. Y eso que, un curso más, las cifras han ido en aumento:
Como sabemos que os gustan las cifras…
2470 participantes
762 kilos de comida donada
3195 euros recaudados por la ONG#LES216— Ludo Ergo Sum (@J_Ludoergosum) 14 de septiembre de 2016
Y lo del calor. Todos nos quejamos del calor («Leí un tuit que le viene al pelo a lo vivido: A dos grados más murió Juana de Arco«, me recordaba un amigo hablando del tema). Pero qué le vamos a hacer, o la organización reparte abanicos y coloca ventiladores o seguiremos criticando lo incriticable: la combinación del calor del verano con el suelo de goma de la pista deportiva no ayudaron lo más mínimo. Estoy deseando que lleguen ya las próximas LES para comparar.
Aquí hemos venido a jugar
Pero vamos a lo que vamos, que aquí hemos venido a jugar. Y aunque he de reconocer que disfruto mucho haciendo kilómetros mientras veo partidas ajenas, los stand de tiendas, o le doy una y mil vueltas a los restos del mercadillo, etc., al final el recuerdo que te queda es el echar partidas a juegos nuevos, antiguos o prototipos… lo importante es compartirlos.
De lo que probé, descubrí el Libertalia. Vale que no es un juego muy reciente, ni mucho menos. Pero había oído hablar muy bien de él y lo cierto es que me encantó. Un juego muy simple y con una buena -aunque innecesaria- ambientación pirata al que le pierde para tener un mayor reconocimiento su precio exagerado. Porque al final son seis barajas de cartas similares, un tablero pequeño y tokens, pero nada que justifique el que se vaya más allá de los 30 euros. A seguir si surge en alguna oferta.
De los que juegos que vendrán (en el mejor de los casos), el primero fue el Contagious. Se trata de un cinco en raya vitaminado en el que hay que colocar sobre el paciente una línea continua de bacterias antes que el rival. Mucha interacción, algo de bluffing y una media hora más o menos de tira y afloja. Interesante.
El tesoro de Isla Tortuga, de DMZ, tiene una fecha de salida inminente tras una exitosa campaña en Verkami. Se trata de un juego muy sencillo en el que dirigimos un barco pirata en pos de tesoros. La idea es la de ir acumulando cartas en cada sector de nuestra nave para poder acceder posteriormente a cartas más poderosas, tripulación o una capacidad de ataque más intimidatoria. Porque además de tener que lidiar con el azar también hay que meter el dedo en el ojo a los compañeros de juego. Y a fe que es divertido. Muy buena impresión.
Walking on the Moon parte de una premisa muy original. Considerando que lo de descubrir la luna no tuvo ningún mérito en su momento, ahora las agencias espaciales de varias potencias mundiales han decidido que lo mejor que pueden hacer para ganar prestigio internacional es echar una carrera en nuestro satélite. Los astronautas-atletas tendrán que geestionar unos dados que le permitirán dar saltitos para avanzar en esas condiciones de gravedad, salvar obstáculos, etc. Muy divertido el sistema de juego y el arte y muy interesantes las mecánicas.
En breve este juego estará en campaña para publicarse. Es interesante seguirle la pista porque, además de la carrera lunar, hay un segundo tablero que simula Marte y en el que el objetivo no es correr sino colaborar para derrotar a los alienígenas. Dos juegos en uno, vaya.
El último juego es Cosmos. Tiene dos cosas en común con el anterior: la temática espacial y la posibilidad de tener varios juegos en una misma caja. En este caso nos hallamos ante losetas hexagonales con un reverso común, que simula el vacío del universo. Por la otra cara, más vacío y objetos celestes: agujeros negros, supernovas, asteroides, ondas gravitacionales y estrellas. ¿Jugamos a ser dioses?
El desarrollo de Cosmos -o de esta variante- es un cara a cara en el que cada jugador debe desarrollar colocar una loseta por turno o aplicar los efectos de una ya colocada bien en su ‘parcela’ del espacio, bien en la del rival, con lo que la interacción es total. El objetivo es conseguir tener en su lado más estrellas que el contrario. Las partidas son cortas pero intensas: la emoción y la igualdad marcan el juego. Además, como decíamos, hay otras modalidades: desde una más de construcción hasta un modo solitario que el autor está probando. Ojalá que el proyecto pueda salir adelante.
Y del resto, juegos conocidos y muy muy queridos. El inestimable Jaipur, el nunca suficientemente valorado Bauhaus y el 2GM Tactics, al que el sábado eché una partida memorable de esas que hacen que se te vaya la noción del tiempo. Aún me huelen las manos a pólvora.
Las LES en otros ojos
Este año también ha tenido una novedad para mí. Durante los últimos meses he ido instruyendo a un futuro jugón al que he enseñando algún que otro juego, desde lo más básico hasta… ¿el Twilight Struggle? Bueno, aún estamos en ello, pero el caso es que una buena iniciativa es ‘dejarlo suelto’ por unas jornadas lúdicas sin tener ni idea de lo que se iba a encontrar. Y es curioso ver y escuchar lo que vio y que nosotros, jugones impenitentes, ya tenemos asumido y vemos como la normalidad más absoluta. Aunque, reconozcámoslo, lo de las peleas con sables de luz es otro nivel. Estas son sus fotos (pinchad para ir al álbum):
Aunque, ya decía él mismo, «como en cualquier otra actividad lo importante no es ésta sino las personas que interaccionan en ella».
Como señoras en El Corte Inglés
«Parecemos señoras en las puertas de El Corte Inglés esperando que abran en rebajas». La frase se escuchó en la cola del mercadillo porque, un año más, esta zona de las LES fue una de las más populares. Desde el mismo arranque de las jornadas la expectación fue máxima y mi impresión es que había mucha ansiedad en ello. Como siempre, hay gangas para dar y tomar, muy buenas oportunidades y aún así me pareció que el primer día sobre todo la cosa iba de arrasar.
Pero vaya, qué voy a decir yo que hasta estuve esperando un buen rato el sábado para escarbar en las estanterías. El botín este año no estuvo nada mal, aunque se me fue entre los dedos otro juego con el que tardé demasiado en decidirme. Menudo pardillo.
Si te gustó el Libertalia, me permito recomendarte Havana. Juega en una liga parecida (elección de roles en secreto + resolución por orden) y a mi parecer es bastante mejor.
Interesante… Muchas gracias por la recomendación! 🙂
Muchísimas gracias por haceros eco de COSMOS!!!!.
Para mi fue un placer asistir por primera vez a las LES, y me marché encantado con el recibimiento que tuvo el juego.
Próximo destino: Córdoba!!!!!!
Gracias a ti por la paciencia de enseñarlo y enhorabuena por el diseño. Espero que pueda salir pronto adelante!