Nos hemos cuidado muy mucho de engrosar nuestras ludotecas, de probar y conocer juegos cuanto más nuevos posible, mejor. Son tareas que a lo largo del tiempo hemos ido cuidando como el que cuida un jardín. Este es nuestro hobby -al menos uno de ellos- pero claro, lo de compartirlo es otro de los grandes puntales de este deporte… digo afición… de ahí que, junto a la recurrencia de los grupos de juego llenos de amigos de hoy, ayer y siempre surjan, de vez en cuando, iniciativas destinadas a pasar un buen rato en torno a un tablero que resultan tan atrayentes como divertidas.

Cuarto de Juegos, una de las tiendas de juegos de mesa con más solera e historia de Madrid lleva meses organizando eventos para dar a conocer las últimas novedades y, además, veladas lúdicas en las que el espacio se convierte en una ludoteca con nocturnidad y alevosía. Porque claro, la mejor forma de romper el hielo es ponerle zancadillas al resto mientras subes una montaña o comerciando más y mejor que los demás o, por qué no, luchando mano a mano contra malvados hechiceros, monstruos espaciales o trampas mortales. La cosa no podía pintar mejor. El menú (el de estos patos, que en otras mesas se jugó a otras cosas), incluyó:
– K2. Visita a una de las montañas más altas del mundo en verano, como no podía ser de otra manera, aunque este año está teniendo un clima tan inestable que uno nunca sabía realmente en qué estación nos encontrábamos. Esta vez me tocó ser el sherpa que ayudara a los alpinistas a alcanzar tan mayúsculo reto y aunque pocos, de los cinco participantes, se salvaron de ver cómo alguno de sus montañeros tuviera que ser rescatado (eufemismo), me dio la impresión de que pasaron un buen -y tenso- rato midiendo fuerzas, controlando aclimataciones y encarando los mil peligros de los más de 8.500 metros.
– Ghost Stories es una de las joyas de la corona para mi. Mis enfrentamientos con Wu Feng me han regalado algunos de los momentos más memorables que he pasado en torno a un tablero. Daba igual que jugara solo, que a dos, que a tres: salvar a esa aldea casi maldita es una aventura incomparable. Hacía mucho tiempo que no volvía allí y a decir verdad, y aunque mis compañeros no lo creyeran, había tenido un cierto éxito últimamente. Pero esta vez el demonio no iba a dejarnos respirar. Los cuatro participantes en la tarea llevamos muy bien la partida hasta que llegó ese punto en el que se desata la crisis y el tablero se torna en un círculo diabólico de incontenibles peligros. Al final caímos sin mucho honor cuando se encantó una cuarta loseta aunque en ese momento ya habían muerto dos héroes. GS es un juego maravilloso, emocionante y que siempre ofrece momentos épicos y, aunque se le puede ganar, casi comprobamos todas las maneras de morir que teníamos a mano. Pero mereció la pena, vaya que sí!

– Room 25. Le tenía muchas ganas a este juego pensando sobre todo en el modo solitario. Había visto ‘Cube‘, película en la que se basa el argumento, y la mecánica me parecía original. El juego, además, ofrece más modos de juego aparte del puramente cooperativo pero tras un par de partidas la impresión fue un poco floja. Mejor en la versión de ‘sospecha’ en la que un guardián se oculta entre los prisioneros, aunque tal vez con cuatro jugadores como mucho tener un traidor puede suponer estar bastante al límite. Aún así, mejor que el cooperativo, que se hizo realmente sencillo.
– Space Hulk: Death Angel. Otro juego diabólico, cooperativo y emocionante. Puede que fuera ya la hora a la que nos atacaron los genelstealers o que hacía mucho que no lo jugaba y hubo que estar con un ojo en las (infames) reglas, pero el caso es que no acabó de fluir del todo. Jugamos cinco y tal vez ya éramos muchos para coordinar todas las acciones. Pero de todos modos juegue el número que juegue, salir vivo de allí es una tarea titánica.
Muchas gracias por venir y por el post :D. A mi el Room 25 me parece una gran idea convertida en un juego muy soso aunque a mucha gente le encanta. Van a sacar una expansión que igual lo mejora.
Gracias a ti por organizar estas quedadas y el ‘picnic’, jejeje, que eso también fue otro puntazo!
El Room 25 lo seguía por ver cómo era el cooperativo/solitario y sí que se hizo un poco soso sin un traidor de por medio pero para descansar de las perrerías de Wu Feng nos vale 😉