Nació hace un año, aunque en la mente ya pululaba desde mucho antes. Como una forma de calmar la ansiedad que a veces provoca el cuidado de una cesta de patos inquietos y no siempre silentes; también, como una manera de obligarse a escribir, aunque fuera sobre temas que pocos podían tomarse en serio. O para reseñar juegos de mesa, que me apetecía dar mi propia opinión sobre los que iba probando. O incluso para probar cosas de cara a otro proyecto que, con el tiempo, ha ido cobrando mucha notoriedad. Para mi todo esto, desde aquel lejano -y soso- primer post con una caja de juegos aún por abrir de la que ni yo sabría qué saldría, significaba al menos escribir algo diferente de las penas y tristezas que antaño quedaban siempre en un ámbito privadísimo. Ese ha sido siempre un problema para mi, pensar que, o bien no tenía nada que decir, o que lo que tenía que decir no interesaba o era lacrimógeno. Un año y más de 7.000 visitas después, puede parecer que tengo un buen argumento para convencerme de lo contrario pero lo cierto es que soy bastante duro de mollera y la lucha sigue siendo diaria. «Partido a partido», que diría aquel.
Han pasado muchas cosas durante este año, el primero de Cesta de Patos. No todas han sido agradables. De hecho, se puede decir que esta ventana se abrió meses después de que las cosas empezaran a torcerse, aunque no tanto como llegarían a hacerlo. No todo, pero hay mucho de autobiográfico en este libro, si lo van a preguntar. Y como aún ando reiniciando sistemas, por así decir, la parte que esto tiene de terapia no puede hacerme sentir más satisfecho. Por eso sé que habrá más y mejor.
Decía Borges que él se enorgullecía preferentemente de lo que leía y no de lo que había dejado escrito, al contrario de lo que suele hacer la gran mayoría. Yo, que pertenezco más a los segundos (también en esto me considero ‘segundón’), me enorgullezco de ambas. Espero que ustedes sean de los primeros y durante este tiempo hayan encontrado aquí en algún momento algo interesante y bien hecho, o que les haya descubierto un tema del que no sabían, o se hayan sentido identificados con un texto o, qué sé yo, que el tiempo que han perdido aquí les haya merecido la pena. La mezcla no ha podido ser más heterogénea así que espero haber acertado al tirar este dado temático. Un poco, al menos. Y si no, seguiremos probando hasta que se pueda… los patos tienen tantas ganas como entonces. Como hace hoy un año, serás bienvenido. El café está recién hecho.

Los patos de la cesta están estupendo un año después. Más maduros y con mejor pintan. Estaremos atendos al juego, a la fotografía, a las series, a las penas, a las alegrías… a todo lo que pueda salir de esa cesta de la vida. Enhorabuena y a seguir pateando la vida.