
‘Minority Report‘, la película protagonizada por Tom Cruise en 2002, ofrecía interesantes aspectos acerca de los que reflexionar más allá de la acción que sobreviene en la cinta. Toda ella gira en torno a una brigada policial que actúa de forma preventiva, anticipándose a cualquier suceso que vaya a tener lugar bajo la premisa de que es mejor capturar al autor de un asesinato antes de que lo consume que una vez que el cuerpo esté en una bolsa de plástico. Seguro que las víctimas están de acuerdo. El tema que sacamos hoy de nuestra cesta no es tan serio, no hay sangre de por medio: el espacio en los medios de comunicación de las noticias que no han sido aún.
El frenesí de la actualidad lleva a querer ser el primero en dar una información si uno es periodista y a ser el primero en conocerla, si uno es consumidor. A veces las cosas no se comprueban y salen como salen, vaya, aunque en este caso queremos censurar la creciente tendencia a convertir la primera página de un medio -especialmente digitales- en un panfleto de anuncios, a veces en sentido literal. Así, sabemos que tal película que se rodará en dos años contará con el actor cual en el papel protagonista; conjeturaremos sobre el próximo fichaje del equipo de fútbol X solo porque sí; o, por poner otro ejemplo que vemos día sí y día también, especularemos sobre las características del siguiente producto de alguna empresa de tecnología…
El reino de las ‘no noticias’ del que ya hablamos en su día vuelve a poner en primer plano al marketing por encima de todo. Saber vender para vender. Solo así se explican las noticias ‘patrocinadas’ o casi, como el próximo ‘hype’ en prensa a nivel mundial que se avecina: la presentación de lo nuevo de Apple este 23 de octubre. En nuestra cesta hay manzanas luminosas también pero ¿es lógico un despliegue como el que se espera y que hemos visto otras veces cuando se trata de medios de información general? Sobre todo, y esto lo verdaderamente grave del asunto, si el espacio que estos dediquen al ‘juguete’ en cuestión obvien cosas como las que pasan estos días. Que, por cierto, ya vienen pasando de lejos:
- Matanzas diarias en Siria
- Conflicto fronterizo entre Sudán y Sudán del Sur
- Las condiciones laborales de empresas occidentales en sus fábricas asiáticas
- Etc.
Tres ejemplos, nada más. Hay decenas, incluso para alguien con poco interés en lo que pasa en el planeta. Ejemplos de cosas más o menos importantes y más o menos cercanas. En todo ámbito. ¿Me interesa más abrir un periódico para ver la nueva pantalla de una tableta o estar informado sobre lo que pasa de verdad?
No sé muy bien de quién o de qué es la culpa. Queremos saber, cuanto más, mejor. Cuanto más rápido, mejor. Y los medios, bien lo sé, nos hemos plegado a eso, prostituyendo el trabajo bien hecho por el titular más llamativo y la caza indiscriminada de lectores. Reina, pues, el marketing, pero a su lado habitan la prisa, el condicional como forma de trabajo y la ciencia ficción como clave para enfocar los temas.
El Periodismo ha pasado de ser aquello de contar historias que pasan a conjeturar sobre lo que puede -o no puede- pasar. Ciencia ficción.
P.D. Y hablando de ciencia y por seguir con el mismo tema y del otro día, ¿es esto digno de la sección de Ciencia de un medio? Lo dicho.