Un ministerio eterno (y un poco aburrido)

Pues a mi el Ministerio del Tiempo, qué quieren que les diga, me deja un poco frío. Me parece una idea muy buena y me resulta fabuloso y sorprendente que tal argumento, si es original (que lo desconozco), se haya parido en España. Pero como que le falta algo porque se me quedan un tanto desangelados los capítulos.

Hitler y Franco. Y en medio, un 'funcionario' del tiempo | RTVE
Hitler y Franco. Y en medio, un ‘funcionario’ del tiempo | RTVE

En los que se han emitido hasta ahora, los protagonistas han lidiado con las huestes de Napoleón, con Hitler o con Torquemada, en unas tramas interesantes y que tienen la cualidad de que por mucho disfraz que exista, se contextualizan en episodios reales que todos deberíamos conocer. La vertiente didáctica del asunto, aun con sus licencias como en ‘Isabel‘ o incluso ‘Cuéntame‘, es irreprochable y el esfuerzo que han volcado en los aspectos históricos sobre los temas en el site de la producción es maravilloso. Jugar con los «what if» («qué pasaría sí…») es un truco bastante manido pero en este caso se resuelve de forma brillante y original con un grupo de personajes variopintos sacados de distintas épocas de nuestra historia («Todas las Españas juntas por un fin común», reza la web del programa) cuya misión es la de luchar en el pasado para que no cambie el presente que conocemos… habrá quien piense que difícilmente se pueda ir a peor pero bueno, eso es otro tema…

Cayetana. Ella. Y Velázquez. Sí, el pintor, ¿quién si no? | RTVE
Cayetana. Ella. Y Diego Velázquez. Sí, el pintor, ¿quién si no? | RTVE

Pero al resultado como que le falta algo. Puede que por la costumbre de contemplar los habituales fuegos de artificio que suelen venir desde Norteamérica veamos el Ministerio del Tiempo como una serie con escasos medios, como si se le viera el cartón de alguna manera. Es cierto que nada desentona. No puede decirse que sea cutre ni nada parecido, al revés: es bastante entretenida, las caracterizaciones son correctas y el vestuario está bien. Sin embargo, la resolución me parece pobre. A ver cómo lo explico y si están de acuerdo. Tenemos  un equipo de tres ‘agentes’ con un jefe, una secretaria y un ente que pulula por ahí que se llama Cayetana Guillén-Cuervo; generalmente, también un villano. Y ya está. Hay extras y secundarios, claro, pero da la impresión de que lo que se ve en la pantalla es teatro más que televisión:son los mismos personajes yendo y viniendo y haciendo cosas siempre juntos, en una endogamia cerrada y exclusiva. Se trata de una especie de ‘yo me lo guiso yo me lo como’ carente de ritmo. Para explicarlo de otro modo: si han visto ‘Cuéntame‘, sería como si toda la familia fuera a los mismos sitios, hiciera las mismas cosas y siempre en los mismos escenarios y ya se darán cuenta de que algo así no funcionaría.

El equipo: una joven de 1880 (representante de la "España moderna" según la web), un soldado de los Tercios y un sanitario del Samur actual
El equipo: una joven de 1880 (representante de la «España moderna» según la web), un soldado de los Tercios y un sanitario del Samur actual | RTVE

Y más cuando en cuatro capítulos prácticamente se han pulido las historias personales de los protagonistas, incluso del personaje misterioso de cuyo pasado nadie sabe nada («una de las dos preguntas que se hacen todos en el Ministerio», se dice). ¿Qué quedará para después? Es de temer que una vez que todos hayan tenido lo suyo -y no queda nada para ello- le demos una y mil vueltas a lo mismo. Me da que esas historias podrían haber enriquecido capítulos futuros y no quemarlos en los primeros, cuando debes enganchar a la gente con las tramas. Están quemando las naves muy pronto, me parece. A ver cómo evoluciona la(s) historia(s).

Parece que la cosa puede evolucionar hacia la introspección. En cuatro episodios ha habido tiempo más que sobrado para ver cómo queda abierta una línea ‘sentimental’, que es la que subyace, desde el minuto inicial, a todos: vale, cambiamos el ‘gran’ pasado pero, ¿por qué no afectar a las propias vidas de los ‘funcionarios’? Echar un vistazo a la gente que quedó atrás e incluso interactuar con ella es posible y tentador. O, por otra vía, para los personajes pretéritos, conocer cómo y cuándo murieron, por ejemplo. Los conflictos interiores jugarán su papel, sin duda.

Lope de Vega -menudo pájaro- no deja de hacerle ojitos a la protagonista | RTVE
Lope de Vega -menudo pájaro- no deja de hacerle ojitos a la protagonista | RTVE

El que el grupo actúe como tal, entiéndanme, no es necesariamente malo y la verdad es que visto el argumento puede parecer inevitable que el equipo de héroes actúe unido, aunque esto también es un tanto irregular: mientras en el episodio de Lope de Vega cada cual tiene un cometido, en el de Torquemada van de la mano. Es algo que ocurre en mayor o menor medida en todas las series y/o películas pero creo que en este caso es particularmente llamativo -y molesto- por varios aspectos: por un lado, la pobreza de los escenarios no ayuda nada. Hablábamos de los medios y en esto se nota. No es raro ver localizaciones muy generales y repetidos una y otra vez los mismos interiores. El problema no está tanto en la calidad como en la cantidad. Hay que maximizar los recursos.

Otro factor es el de los actores, sobreactuados y bastante ‘mejorables’ casi todos aunque en su descargo hay que decir que suelen estar ante la papeleta de salvar líneas de diálogo ‘tipical spanish’, esas que son tan innecesarias como obvias y que suelen denotar la manía de tomar al espectador como un ignorante en ciertas ocasiones. A ellos se les nota también la falta de ganas en esos momentos. Tal vez episodios más cortos y con menos relleno podría ser una buena solución, que una hora se acaba haciendo larga para todos y el efecto parece más acusado a medida que avanzan los capítulos.

¿Y solo con cuatro episodios emitidos se atreve este pato a opinar sobre la serie? Ah, amigos, quién les dice que no vengo aquí desde el futuro tras haber visto todo lo que ustedes aún no…

4 comentarios en “Un ministerio eterno (y un poco aburrido)

    1. Pues a mí me está gustando la serie pero tras ver el quinto no me quito la sensación de la que hablaba. Me siguen pareciendo un pelo sobreactuados pero bueno, sobre gustos…
      Muchas gracias por comentar, por cierto! 🙂

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